Ahora que todo ha pasado, sólo nos queda el recuerdo, los momentos vividos junto a los nuestros, junto a Él, junto a Ella... Parece que el día no llegaba, pero llegó y no nos dimos cuenta de que se iba. No ocurrió como otras veces, que parecía que el tiempo lo estropeaba todo. Pudimos disfrutar de cada momento, cada marcha, cada revirá, cada "petalá", y no eramos conscientes de que esto llegaría a su fin, quizá no queríamos pensar en ello y nos dejábamos llevar por el momento. La Fe mueve montañas, eso siempre se ha dicho, pero en esta ciudad es diferente, es como si el mundo entero se volcara en nuestras calles cada vez que hay un evento de tal magnitud como una extraordinaria. Los sevillanos han vivido a lo largo de estos tres meses tres extraordinarias. Desde luego, el año 2016, Año de la Misericordia, no se nos olvidará a ninguno. Nos quedan las fotos, los vídeos, y nos queda lo más importante, seguir engrandeciendo la Fe más allá de nosotros mismos, inculcándosela a nuestros hijos, para que nunca se pierda. Nosotros podemos decir que hemos visto al Gran Poder a las tres de la tarde por la calle Feria, la Coronación de la Virgen de la Paz, las calles de Triana abarrotadas para ver a la Virgen de la O en un recorrido inédito por el 450 aniversario fundacional de la Hermandad... Podemos decir tantas cosas, que nos faltaría espacio para escribirlas todas. Esto no se ha acabado, aunque parezca que sí, tan sólo ha pasado, y podemos decir que lo hemos vivido. Aunque algunos de los nuestros se nos fueran y no tuvieran la oportunidad de vivirlo, seguro que lo han visto desde el cielo. Nos queda mucho por vivir, mucho por disfrutar, esto tan sólo ha sido un paso para engrandecer nuestra Fe y nuestra Misericordia.
Foto: Francisco Javier Bautista, Rocío Barcia, Manuel Jesús Pérez Martín.
Redacción: Francisco Javier Bautista.
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